En un
nuevo gesto que demuestra su compromiso como jefe del ejecutivo, ayer
el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, recibió a los líderes de
la marcha negra en la mítica plaza de la Cibeles, escenario hace
pocos días de la celebración del triunfo de la selección española.
El Presidente, que decidió comparecer por sorpresa, se ofreció en
todo momento dispuesto a atender a los medios de comunicación para
explicar el porqué del súbito recibimiento. “Es que, oiga, esto
es un momento único en la historia, y como español me siento muy
orgulloso de participar en él, hacía muchos años que esperábamos
esto y creo que el deber del presidente es recibir a tan grandes
héroes”; respondía a un periodista de nuestra redacción, a lo
que añadió “en cualquier parte de España todos compartimos la
misma alegría por la victoria de ayer”.
Una
vez en el estrado el Presidente, bien acompañado de la presidenta de
la Comunidad de Madrid, estrechó la mano uno por uno a los once
líderes de la marcha, y dedicó unas palabras de aliento a alguno de
ellos, “así se hace, campeón”, o “todos los españoles
estamos orgullosos de vosotros”. A continuación y ante todos los
asistentes el Presidente lanzó un discurso de cerca de treinta
minutos, “porque coño, los protagonistas son ellos, yo aquí me
siento como un aficionado más”, en el que ensalzó la valentía y
el buen saber hacer de los mineros, refiriéndose directamente a
ellos. El Presidente también destacó en su discurso que en tiempos
tan difíciles para la nación española “gestos como el suyo
insuflan ánimos y suponen una buena dosis de optimismo para los
españoles, que ya tienen bastante con los sacrificios que les
estamos pidiendo para salvar al país”. Mariano Rajoy terminó el
discurso diciendo “Gestas como la vuestra son las que demuestran
que España sigue siendo grande, y que si los españoles nos unimos
podemos conseguir cualquier reto. Viva España!”. El Presidente,
visiblemente emocionado, saltó al grito de “español el que no
bote” y hasta entonó un par de veces el estribillo “yo soy
español, español, español” ante la multitud, y ante cierta
pasividad incluso pidió un “más alto, que no es os oye!”.
La
anécdota de la jornada sin duda la protagonizó de nuevo un
micrófono abierto, cuando el Presidente se acercó a saludar a uno
de los líderes de la marcha y le dijo “¿entre nosotros, qué
habéis ganao? Que entre la Merkel y la prima últimamente tengo el
Marca abandonao...”
Para
“La Retaguardia”, desde la Cibeles, Ronnie Periquito
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