Nuevas
Informaciones sobre el caso de los seguimientos en Madrid, al parecer una
pareja de ex policías estuvieron siguiéndose el uno al otro durante cuatro
meses sin que se dieran cuenta de ésta situación. La Retaguardia ha podido contactar
con los dos implicados, JT y ONJ. Al parecer cada uno de ellos estuvo
contratado por un alto cargo diferente, y la opacidad con que se realizaban
éstas actividades hizo el resto.
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JT: A mí me contrató un subjefe de la oficina segunda del departamento
ligado al área de seguridad de la Consejería, que quiere mantener el anonimato.
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ONJ: ¡que casualidad! A mí también, un subjefe de la oficina primera
del departamento ligado al área de seguridad de la Consejería.
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JT: En esos días las cosas iban así, yo tenía complejo de taxi de
película, cuando menos lo esperabas venía alguien y te decía “siga a ese”, y
¡ale! ¡a seguir se ha dicho!
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ONJ: A mí una buena tarde me dicen “a partir de mañana tiene que
seguir a ésta persona”, me dieron la foto y los datos que tienen y yo, que soy
una mandada, pues a la mañana siguiente ya estaba ahí, camino de su casa.
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JT: A mí también me dieron una foto y la dirección, y debo decir que
estabas muy guapa en la foto…
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ONJ: aish, eres un don juan…
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JT mi sorpresa fue encontrarme a mi objetivo a mitad camino
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ONJ: me asusté una barbaridad, pensé que me habían descubierto, así
que disimulé todo lo que pude, todo el repertorio: pasar por al lado con las
manos en los bolsillos, silbando y mirando para otra parte.
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JT: lo hizo muy bien, casi me creí que me había librado, pero entonces
nos volvimos a encontrar en el supermercado.
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ONJ: y luego en la cafetería, cerca de mi casa, en el centro comercial…
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JT: y en el bar donde echo una caña con los amigos, y en el gimnasio
al que voy, y en el futbol…
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ONJ: Lo peor es que no podíamos informar a los jefes, porque no
entenderían nada de nada, era como si le estuviera contando mi vida pero en
realidad era la del otro… en fin, un lio.
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| JT escenifica una táctica básica del espionaje |
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JT: Comenzaba a ser muy raro esto de encontrarse a cada lugar, pensé
entonces que me habían descubierto, sólo tenía una salida: hacerla creer que me
había enamorado de ella.
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ONJ: Y la verdad es que fue una idea genial, por momentos me lo creí,
es más, pensé que podía aprovecharme de eso para saber más de mi objetivo, así
que me dejé querer, pero ni por esas soltaba prenda
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JT: Es que soy todo un profesional…
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ONJ: al final decidí llegar hasta el final, y bueno, no sonsaqué mucha
información, ¡pero me lo pasé genial! Y decidí seguir con el juego, a ver si lo
pillaba alguna vez con la guardia baja, y bueno, lo que pillara pues eso que me
llevo.
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JT: y así cuatro meses, hasta que al final me supo mal seguir y le
confesé que en realidad era un espía y que llevaba todo este tiempo siguiéndola.
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ONJ: ¡estaba tan mono, con la carita roja, confesando…! Al final no
tuve valor y le confesé lo mismo
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JT: El caso es que al final hemos acabado casándonos. Además, lo del
espionaje ya no tiene sentido, creo que mi subjefe de la oficina segunda del
departamento de seguridad de la consejería está ahora en Endesa
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ONJ: Y el mío en Telefónica, ahora están para otras cosas. Y de vez en
cuando recordamos la historia de cómo nos conocimos, y nos echamos unas risas…
En fin, voy a ahorrar una larga página de
arrumacos y piropos entre ellos, y otra larga lista de sexo explícito. Desde
Madrid se despide Fran para La Retaguardia
