Los
bomberos de Cartagena rescataron en la mañana de ayer a un joven disfrazado de
Papá Noel, después que un vecino les llamara alertado por sus gritos de
socorro. El joven, identificado como Julián Doba, ha resultado ser un
delincuente conocido por el barrio, y que por lo visto intentaba robar el piso.
Damián Guerra ha sido el encargado de coordinar el dispositivo de rescate:
“Ésta mañana (por ayer) recibimos la llamada de un vecino que aseguraba que un
muñeco de Papá Noel, de los que cuelgan en los balcones, había cobrado vida y
pedía socorro. Al llegar donde se encontrada descubrimos que era un chico
joven, pero entendimos que el vecino se confundiera porque era bajito y estaba
un poco malnutrido”. “Normal, ¡llevaba como unos quince días ahí colgao!” Nos explica
el propio Julián Doba “Pues iba yo un día por el barrio pensando en mis cosas
cuando vi que había peña que colgaba los muñecos esos del balcón, y pensé “¿y
si me vistiera como uno desos y me colara en los pisos?” Así que pillé un
vestido de Papá Noel y me colgué del primer balcón que vi.”. Pero al parecer la
maniobra no salió bien, los vecinos regresaron antes de hora a su hogar. “Oí la
puerta y sólo pude irme al balcón de donde venía y quedarme ahí colgao… pensé
que se marcharían prontito pero na de na. Al menos todo el mundo me tomó por un
colgajo d’esos”. “Es que han sido unas navidades moviditas”, nos cuenta
Ambrosia Nuro, la dueña del piso “Vino mi hijo el pequeño del extranjero, y
luego mi suegra se quedó unos días, y mi hermano tiene la casa en obras… así
que cuando no venían unos, eran otros”. Sin embargo ninguno de ellos tuvo la
más mínima sospecha de la presencia de Julián en el balcón. “Yo pensaba que lo
había traído mi marido, y mi marido que lo había traído yo. En todo caso nos
parecía que quedaba muy bien”.
Julián
ha podido resistir el frío de las últimas noches, el hambre y la sed, pero al
final no ha podido más y ésta mañana ha delatado su posición. De momento ha
sido trasladado a un hospital de la zona para que se recupere, a la espera de
trasladarle al juzgado. Éste caso, sin embargo, ha llamado la atención de las
autoridades que ha decidido comprobar si existen más casos como ese; “De
momento hemos enviado al cabo Furriel y a otro guardia civil a controlar los
muñecos que todavía cuelgan de los balcones, armados con un palo. Los tocarán
un poco y si se quejan, pues los detendremos”, asegura el sargento Fulgencio de
la Benemérita. “Así atrapamos domingo noche a tres tipos, vestidos de forma
estrafalaria, que venían con el cuento de repartir regalos. ¡Menudo
morro,oiga!”
Para La Retaguardia: Fran Xapa
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