Un grupo de científicos pertenecientes a la asociación CPEUC (Ciencia para estudios de utilidad cuestionable) ha publicado hoy las primeras conclusiones sobre un estudio de los restos óseos del dictador, y el resultado es cuanto menos sorprendente: al parecer Francisco Franco tenía calcificaciones en el trasero, y muy probablemente daños en el tejido cutáneo, que provocaban una desmesurada palidez en su retaguardia. Fernando Naranjeiro, uno de los científicos, lo explicaba esta mañana en rueda de prensa. “Según los resultados evidentes del estudio sólo hay una conclusión posible: Franco tenía el culo blanco.”
Los científicos de la CPEUC llevan meses trabajando en secreto dentro del Valle de los Caídos, estudiando los restos óseos del dictador y otros colaboradores cercanos suyos. Su objetivo era encontrar evidencias sobre el estilo de vida en sus últimos años, “así nos centramos en algunas partes evidentes, como sus falanges, que tal y como esperábamos encontramos muy desgastadas. Al parecer hasta sus últimos días sostuvo un elemento de escritura en sus manos durante gran parte del tiempo, pero esto ya nos lo dijo una persona muy vinculada al régimen y que pasó mucho tiempo cerca del general, según sus palabras “su eminencia tenía mucha pluma”. Sin embargo no esperábamos encontrar éstos rasgos en su trasero.”
Simulación basada en los resultados del estudio |
Sobre la utilidad de dicho estudio los científicos lo tienen bastante claro, “se trata de agregar algunos detalles más a la historia, de esos que le gustan tanto a la gente. Y luego bueno, ahora podemos confirmar lo que el uso prolongado de detergentes potentes en el cuerpo puede provocar.” Por esta causa el grupo de científicos ha remitido una carta personal a Su Majestad el Rey, “por las canciones populares tememos que la reina Sofía utiliza lejía en el trasero de Don Juan Carlos”.
Para La Retaguardia, Ronnie Periquito.
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