dijous, 14 de febrer del 2013

UNA PAREJA DE ENAMORADOS ARRUINA UNA COMPAÑÍA DE TELEFONIA MOVIL

 Una pareja afincada en Teruel, ese ha sido el motivo por el que “Ibermovil”, pequeña compañía de telefonía móvil, se ha declarado en quiebra esta semana. Ibermovil nació como una pequeña compañía de telecomunicaciones que buscaba hacerse un espacio dentro del mundo del móvil mediante precios bajos y ofertas atrayentes; pese a todo no llegó a hacerse demasiado conocida. Juan Martínez de Marcilla y Isabel de Segura, dos jóvenes de veintitrés años, eran dos de los pocos clientes que había conseguido en sus apenas tres años de vida. “Llegaron como muchos clientes, atraídos por unas tarifas bien baratas y ofertas muy tentadoras”, explica Mauricio Estrella, el comercial que les atendió. “Se les veía muy felices, así que les vendí una tarifa que llamábamos “amor libre”, 3 céntimos el minuto de tarifa y el SMS y llamadas gratis entre sus números. Entonces no pensábamos en lo que nos venía encima”.

“El primer año tuvimos algo de beneficio”, asegura a La Retaguardia Víctor Alfonso, gerente de Ibermovil, “pero el segundo año sucedió algo, empezaron a sucederse llamadas entre ellos todos los días de al menos dos horas, y entonces empezamos a perder márgenes de beneficios”. “Lo que ocurrió es que papuchi y mi churri discutieron”, se explica Isabel de Segura; “papuchi es un poco temperamental y es cierto que a mi churri no le va mucho lo de currar, así que se enfadó y se alistó, y lo enviaron a Líbano”. Según los archivos de la compañía en apenas los dos años que Juan Martínez de Marcilla estuvo destinado en Líbano hablaron una media de cuatro horas al día, y acumularon miles de llamadas. “Intentamos persuadirles, que se cambiaran de tarifa”, nos cuenta Mauricio Estrella, “que si internet, que si minutos gratis… todo a cambio de renunciar a su “línea del amor”, pero fue en vano. Es más, la cosa fue a peor…”. Durante los últimos meses las llamadas entre ellos se multiplicaron, “Es que conocí a Tonino, un chico muy atento y que me recogía en Porsche, y mi churri se puso celoso…”.
Todo ha desembocado en la declaración de quiebra de Ibermovil la semana pasada, arrollada por el aluvión de llamadas entre los enamorados. “Pese a todo no me rendiré, cuando me recupere económicamente refundaré la empresa”, dice Víctor Alfonso, “pero desde hoy he dejado de creer en el amor”. Los dos enamorados turolenses no son de la misma opinión, “es una lástima, le habíamos cogido cariño al móvil, pero qué se le va a hacer…” Eso sí, parece que Ibermovil al menos ha reconciliado a la pareja. “Nada más bajar del barco me pegó un morreo que me dejó muertica”;
La pareja, el dia que recibieron el móvil

Desde Teruel para La Retaguardia, Fran Xapa

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada