La DGT estudia aplicar
fuertes sanciones a los conductores que lleven a bordo a niños cantando
"para ser conductor de primera, acelera, acelera”, y es que piensan seriamente que esta popular canción pone en peligro la
vida de los pasajeros, ya que sería el equivalente infantil al adulto "no
hay huevos a acelerar" y claro, todos sabemos que nadie puede negarse al
"no hay huevos". Así lo ha dado a conocer el director del proyecto,
Eldem Brague, el cual está totalmente convencido de que será “una medida dura,
pero altamente eficaz” según sus propias palabras.
Madre perdiendo los estribos a causa de dicha canción |
Han
apuntado que apoyarán, en cambio, la actitud mostrada por los niños simpatizantes
del "en el coche de papá nos iremos a pasear" aunque recuerda que el
"pi pi pi" constituye infracción siempre que no se use para prevenir
un accidente. Para tranquilizar el ambiente, insisten en que "llevar
torta" no es delito pero sí lo es, en lo que al conductor respecta,
comerla mientras se circula; también supondrá ilegalidad que coman torta los
niños cuando este acto implique alterar la tranquilidad y la atención en
carretera del responsable de llevar el volante, ya que “las migas que caen
después no hay manera de quitarlas”.
Pretenden con esta
campaña acabar con un 20% de las muertes por accidentes de tráfico, cuya causa
se vincula al mal comportamiento al volante debido a una mala educación en la
infancia que "perdura en el subconsciente de la mayoría de adultos". Advierten,
de paso, que el tono pegadizo de las canciones infantiles, al igual que sus
melódicas rimas, nos hacen olvidar a veces el contenido diabólico de éstas, y
que toda precaución es poca.
A la pregunta de cómo
piensan evitar este comportamiento por parte de los menores en las excursiones
en autobús, contestan “aún no tenemos una vía de actuación segura al respecto”,
ya que “si es costoso controlar a los niños que caben en un turismo, creemos
que no disponemos de una herramienta lo suficientemente eficaz como para
controlar a 50 niños”. Esperan que la educación por parte de los progenitores
ayude a mantener los nervios del portador del autobús, y recuerdan que en este
vehículo, es más peligroso si cabe, el contar los segundos que se tardan en
cruzar un túnel, “de esto sí que hay conductores que no salen, incluso tienen
pesadillas al volver a sus casas”.
Desde La Retaguardia
animamos a enseñarles otras canciones a los niños, aunque pensándolo bien, ¿qué
canción, por inocente que sea, puede no resultar cansina y estresante cuando se
lleva 30 minutos escuchándola?
De Heidi Chachipiruli
para La Retaguardia